Por Estefanía S. Otero - UBA
- Ricardo, teniendo en cuenta tus antecedentes académicos como especialista en la temática de la Democracia Participativa y sabiendo acerca de tu tesina doctoral en proceso de elaboración, ¿podrías definirnos qué es una ciudad participativa?
Una Ciudad Participativa es aquella que permite la implementación de espacios y herramientas institucionales que impulsan la participación de la ciudadanía. Implica generar diferentes instancias para canalizar las demandas vecinales, ya sean con procedimientos deliberativos, consultivos o resolutivos. Por lo que se implementan para la deliberación: foros, jornadas, comisiones, etc.; para la consulta: plebiscitos o audiencias; y para las resoluciones: referendums o asambleas. Hay espacios integrados para realizar este tipo de planificación urbana, como el Presupuesto Participativo o la institucionalización de Consejos temáticos.
- Desde un ámbito legislativo, ¿cuáles serían las leyes que considerás prioritarias debatir?
En la Ciudad de Buenos Aires existen normativas pendientes, como las electorales; otras que necesitan modificarse, como las de participación, y otras que deben aplicarse, como la Ley de Comunas. Respecto a las pendientes, con consonancia a construir una Ciudad Participativa priorizaría debatir las leyes electorales (sistema electoral, código electoral y partidos políticos) en conjunto con las de Presupuesto Participativo. Además, impulsaría la formación de un Instituto de la Ciudadanía, que promueva la implementación de los institutos de participación ciudadana y propicie la aplicación de las comunas y formen en gestión local a los y las vecinas.
